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manejar las pataletas

Manejar las pataletas, rabietas o berrinches puede significar todo un reto para padres y cuidadores de niños. De hecho, la mayoría no sabe cómo actuar; algunos optan por los regaños y castigos, otros por ignorar la situación y el resto termina cediendo ante los caprichos y deseos de los niños; especialmente en público, para hacer que se calmen.

Y aunque, casi todos los padres no ven con buenos ojos los berrinches de sus hijos, estos episodios son normales; hacen parte del crecimiento y son cruciales para su desarrollo emocional. Lo aprendido en esta etapa, ayudará a moldear la manera en la que lidiará con sus problemas cuando sea adulto.

La pataleta es la forma en la que los niños tienen para expresar y manejar sus emociones. No se pueden eliminar, ni hacer que desaparezcan. Lo que sí se puede hacer es aprender a manejar las pataletas de una manera eficaz y acertada para evitar que se conviertan en un problema.

¿Hasta que edad son normales las pataletas en los niños?

Los berrinches o pataletas es un comportamiento frecuente y característico de la primera infancia. Generalmente comienzan alrededor de los 12 a 18 meses y alcanzan su pico entre los 2 y 3 años. Después de los 4 años comienzan a disminuir y luego de los 5 años ya no deberían presentarse. Entre las razones que fomentan su aparición o empeoren se encuentran el cansancio, tener hambre o estar enfermo.

Recomendaciones para manejar las pataletas de tus hijos

No respondas con enfado para manejar las pataletas

La recomendación más importante que debes tener en cuenta para manejar las pataletas de tu hijo es mantener la calma. Responder con enfado es una manera segura de avivar la rabieta. Actuar con gritos, chantajes o castigo físico lejos de ayudar, ocasionará que los niños se vuelvan más furiosos y desafiantes.

La clave es no tomárselo personal; muchos padres piensan que sus hijos actúan así con el fin de humillarlos. No es así, la pataleta no es una reacción intencional, es una forma; repito, de expresar emociones.

Tu trabajo no es iniciar una pelea con tu hijo ni castigarlo, sino tener empatía, validar lo que está sintiendo y guiarlo para que sepa expresar sus emociones adecuadamente. Reaccionar ante las pataletas de tu hijo con gritos, solo hará que actúe de la misma manera.

Ayúdale a explicar lo que sientes con palabras

Si tu hijo se encuentra en medio de una pataleta, averigua cuál es el problema, qué le pasó. Aquí es conveniente utilizar un tiempo fuera para que se calme, recordarle cuáles son las reglas de la casa o qué se espera de él/ella. Es importante que entienda que no debe hablar sin lloriquear, hacer pucheros o gritar.

Una vez se haya calmado, pídele que utilice sus propias palabras para decirte qué pasó y por qué tiene rabia. De esta forma, le estarás ayudando a convertir sus emociones en palabras y comprender qué necesita para resolver el problema.

Si le cuesta trabajo expresar sus emociones, puedes utilizar tus palabras para explicarle por qué actúa así y sugerirle qué puede hacer mejor en lugar de un berrinche. En muchos casos, sentirse escuchado y comprendido es todo lo que se necesita para manejar las pataletas.

Mantente firme para manejar las pataletas

Mantener la calma no significa que tengas que ceder antes los deseos o caprichos de tu hijo. Por muy intensa que sea la rabieta, debes mantenerte firme. Terminar cediendo ante lo que quiere no fortalecerá su resistencia ni le enseñará a lidiar con la frustración. Además, tu hijo creerá que hacer berrinche es la forma de obtener lo que desea, por lo tanto, cada vez serán más frecuentes. Mantenerse firme, no solo evitará los berrinches sino que también se conviertan en un niños malcriados.

Como autoridad, debes hacerle comprender que con pataletas no obtendrá lo que desea. Recuerda, los berrinches no se premian ni se castigan; no producen cambios a favor o en contra.

Ofrécele alternativas

Otra de las recomendaciones para manejar las pataletas de tu hijo es ofrecerle alternativas. En caso de que la rabia no disminuya, es conveniente darles la opción de hacer una actividad que le guste. Es decir, si hace pataleta porque no puede seguir jugando en el parque, puedes darle la opción hacerlo en casa.

Darle alternativas también puede ser útil para prevenir las rabietas. La opción natural de un niño que no obtiene lo que quiere es hacer pataletas. Puedes anticiparte a esto dándole a escoger entre dos opciones. Por ejemplo, a la hora del postre, en lugar de preguntarle qué quiere, dale a elegir entre dos alternativas de tu gusto: “¿Quieres una manzana o prefieres un yogurt?”.

Intente que te escuche

Cuando una rabieta ha comenzado, los niños no parecen escuchar ni entender. Para hacer que se calmen y lograr que entiendan que no pueden actuar así, hay que intentar que salgan de ese estado y te escuchen.  Para hacerlo, ponte frente a él a la altura de sus ojos, agárralo con firmeza (sin lastimarlo) y mírale hasta que fije sus ojos en ti. Entonces será el momento de hablarle con calma.

Por supuesto, es más fácil saber cómo manejar las pataletas que ponerlo en práctica. Sin embargo, debes recordar que la crianza no es un trabajo fácil; debes intentarlo hasta que funcione. Ten presente que estás enseñándole a tu hijo cómo lidiar con su enojo y frustración.

Si te interesan temas cómo este puedes aprender sobre los miedos en la infancia o identificar señales para saber cuándo llevar a tu hijo al psicólogo.

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Cómo manejar las pataletas y por qué los niños las hacen

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