Al igual que los adultos, los niños y adolescentes pueden llegar a sentirse estresados por diferentes situaciones de su día a día y; al igual que los primeros, el estrés en niños y adolescentes puede tener consecuencias negativas si no se trata a tiempo.
La tensión provocada por el estrés genera reacciones físicas en el cuerpo tales como la aceleración de la respiración y el ritmo cardiaco, entre otros. Si esta tensión persiste puede ocasionar que los niños y adolescentes sean más propensos a enfermarse o sufrir dolores físicos. Asimismo, puede ocasionar cambios en el estado de ánimo y comportamiento, así como afectar su desempeño académico y relaciones sociales.
Vale aclarar que el estrés, como todas las emociones, es necesario; el estrés en niños y adolescentes puede empujarlos a alcanzar metas, cumplir con entregas y adaptarse mejor a diversas situaciones. No obstante, cuando el estrés sobrepasa los recursos disponibles para lidiar con él, puede traer consecuencias negativas sobre la vida de tus hijos.
¿Cuáles son las causas del estrés en niños y adolescentes?
El estrés en niños y adolescentes puede ser causado por diversas fuentes, afectar a cualquier persona y hacer que se sienta abrumada. En los niños y adolescentes hay muchas situaciones que pueden desencadenar este tipo de reacción en ellos. Algunas son:
- Preocuparse por las tareas escolares, por los exámenes y notas; especialmente cuando se trata de cumplir las expectativas o las presiones que padres o profesores han puesto sobre ellos.
- Manejo inadecuado de las responsabilidades del colegio, casa y actividades extracurriculares.
- Problemas con amigos, acoso escolar o presiones de compañeros y profesores.
- Cambiar de ciudad, casa o de escuela.
- Tener pensamientos negativos sobre sí mismos.
- Cambios corporales y hormonales.
- La separación de los padres, enfermedad y/o muerte de algún familiar cercano.
- Crisis financiara en el hogar.
- Ver y escuchar continuamente imágenes y noticias sobre desastres naturales, guerras, terrorismo y eventos globales como una pandemia.
¿Cómo identificar el estrés en niños y adolescentes?
No siempre es fácil reconocer el estrés en niños y adolescentes; empero, hay signos y síntomas que te pueden alertar e incluyen:
- Enojo.
- Ansiedad.
- Irritabilidad.
- Miedo de estar solo.
- Llanto incontrolable.
- Temblor.
- Retraimiento.
- Rebeldía.
- Dificultad para concentrarse o terminar la tarea.
- Reacciones exageradas a problemas menores.
- Alteración del apetito y de las horas de sueño, incluyendo pesadillas.
- Retroceso a conductas infantiles como chuparse el dedo constantemente, orinar la cama, meterse el dedo en la nariz o enroscarse el pelo con el dedo.
- Incapacidad para controlar sus emociones.
- Quejas constantes de dolores físicos como dolores de cabeza, de estómago, etc.
¿Cómo reducir el estrés en niños y adolescentes?
Como padres, profesores o adultos cuidadores puedes ayudar a niños y adolescentes a gestionar y disminuir el estrés de muchas formas. Algunas de las cosas que puedes hacer son:
- Ayudarle a desarrollar una rutina reconfortante. Fomentar y procurar que los niños y adolescentes coman saludablemente, tengan un buen descanso, hagan actividad física o técnicas de relajación ayuda a reducir o prevenir el estrés.
- Implementar pautas de crianza saludables puede aumentar su capacidad de afrontamiento para manejar situaciones que le provoquen estrés.
- El modelado; saber manejar el estrés y mostrarles a tus hijos cómo tenerlo bajo control es un buen ejemplo para que sepan gestionar el suyo de una forma saludable.
- Ser selectivo con los programas de televisión, libros y juegos con los cuales los niños y adolescentes entran en contacto.
- Informarles con anticipación y prepararlos sobre los grandes cambios que vayan a ocurrir en sus vidas como el cambio de trabajo de uno de sus padres, de escuela, casa o conformación de la estructura familiar.
- Permitir y promover espacios de esparcimiento y disfrute donde puedan distraerse y disminuir sus niveles de tensión.
- Aprenda a escuchar sin criticar o tratar de resolver sus problemas. Trabaja con tus hijos en comprender y buscar una solución a eso que les está molestando.
- Darle oportunidades de tomas sus decisiones y que tengan algún grado control sobre su vida, ya que cuando sienten que tienen el control, mejora su respuesta al estrés.
- Procura que entiendan que está bien sentir enojo, miedo, ansiedad y que a veces hay que compartir esos sentimientos para liberarse de ellos
- Ayúdales a que encuentren formas y estrategias de organizar su tiempo y responsabilidades como llevando una agenda de sus tareas o estableciendo un horario.
¿En qué momento buscar ayuda?
La mayoría de los padres y adultos cuentan con las habilidades necesarias para ayudar a enfrentar el estrés en niños y adolescentes; sin embargo, cuando los síntomas no disminuyen y el estrés causa mucha ansiedad o genera problemas significativos en la convivencia de la casa o la escuela se debe buscar ayuda profesional.